LAS AVENTURAS DE XEWBAKA EN JAPÓN
AKIHABARA
Inaguramos las aventuras de Xewbaka en Japón, y no podía ser sino que con Akihabara como telón de fondo.
Por si algún niponiano no sabe lo que es (aunque lo dudo), Akihabara es uno de los barrios más conocidos de Tokyo, el barrio otaku o friki por excelencia de Japón y seguramente del mundo. En Akibahara se encuentra una cantidad ingente de centros de electrónica, de ordenadores, de manga, anime y figuritas, y como no, de edificios de más de 10 pisos de recreativas, donde albergan lo más nuevo o joyas añejas como los Street Fighter II o Kings of Fighters de la época.
Que sí, que las recreativas han perdido todo su esplendor o al menos el que tenían hace unos años, no nos vamos a engañar, pero quizás sea allí donde queda el reducto de la resistencia, donde se han aferrado con uñas y dientes para no caer en olvido, y doy fe de ello. Yo nunca había visto una cola de mas de 20 personas esperando para entrar en una partida donde incluso habían instalado bancos para poder contemplar el “espectáculo” de ver como se parten los piños diferentes robots (nunca entenderé la fiebre que tienen allí con los robots omechas como dicen).
Así que imaginaos cuando entré escoltado por dos amigas italianas (un saludo a Giu y a Luci) en ese compendio de luces, ruidos, voces raras y mucho geek… me sentí como en casa!
Escudriñé el lugar hasta que encontré lo que llevaba años esperando, una planta completa de los últimos estrenos de juegos de lucha, y sí, allí estaba Tekken 5 y Jin Kazama en esa pantalla LCD desafiándome, junto con un sillón rojo que meesperaba ansioso. Para que os pongáis en situación, la mayoría de las recreativas de ése tipo se componen de 4 mandos con sendas pantallas, dispuestas dos a dos, una enfrente de la otra.Mientras me sentaba en la reluciente y limpia butaca me decía a mi mismo: - Ahora Adri, ahora es el momento.- Y es que yo iba con los humos un poco subiditos, pero es que no era para menos. Llevaba jugando desde que salió el primer Tekken en mi PS1 y pasé mi infancia videojueguil completando una y otra vez todos los personajes del increíble Tekken 3… y es que como molaba un partido de aquel minijuego de Voley entre Gon y el Dr Bsoconovich! (Qué tiempos aquellos!). Y bueno, como cualquier pro de la lucha, memorizando combos hasta la saciedad… hasta el extremo de coger el mando y echarme en la cama antes de las siestas veraniegas para repetir la combinación de 10 botones. Así que sí, subidito iba al sentarme en la butaca de Tekken 5
Cogí una moneda de 100 yenes de mi cartera y la miré con rabia, desafiante: Vamos!!! Y la metí en la ranura sin saber que estaba cavando mi propia tumba.
Seleccioné a Kazuya con chulería: - Tú mismo!- me dije con arrogancia. Y empecé a jugar contra la CPU. Les sonría con sorna a mis amigas mientras iba derrotando uno tras otro los rivales que me iban saliendo, hasta que llegó ese momento, el momento de la verdad, un Player 2 entró en juego. Mi corazón dio un vuelco. Era el momento de demostrar a Japón entero de qué pasta estamos hechos los occidentales (bueno, y a mi mismo también). Cual Rambo en plena guerra me decía una y otra vez: - ¡Se van a enterar los malditos amarillos estos! - Sabiendo que mi orgullo y reputación estaban en juego.
Pero amigos, lo que pasó a continuación… No tengo palabras para describirlo.
El coleguita eligió a: PANDA! Pensé: “pringao, donde va con el pandita”. Empecé con todo lo que tenía, (diagonal arriba y patada 4 veces… el molinillo clásico vamos). Lo bloqueó. Quise contratacar pero no me dio tiempo, me dio un puñetacillo y ahí fue el principio del fin. Me asestó tal retahíla de golpes!! Uno tras otro, y venga a rebotar en el suelo, y dale, y venga… No sabía que habían combos de 743 golpes!!
Round 2: Venga, que me pongo en serio. Me quité la chaqueta (como si eso tuviera algún efecto sobre la destreza con un joystick en la mano) y… en efecto, no lo hubo.
Y el tercer Round. Sobró un poco el Perfect que me endiñó el mier… Pandita (allí normalmente es al mejor de 3 rounds).
Empecé a estar atacaito, pero me autocomplacía pensando: -Habrá tenido suerte! Todo el mundo conoce a Kazuya, quizás por eso no puedo hacerle nada…- (engañao!).
- Xiaoyu! Ven aquí! - Como cual Pokémon grité (después de haber metido con furia otros 100 yenes claro), que con ésta me lo cargo! Y me lo cargué casi… Pero de verdad. Fue incluso peor que antes (que ya era difícil!) Me sentía tan impotente, tan indefenso…
Fui a echar mano de mi cartera para redimirme, esto no podía continuar así, cuando una mano me tocó el hombro… me giré y vi a una de mis amigas que me miraba diciéndome “no” con la cabeza. Ahí fue cuando me di cuenta que tenía que dejarlo, un 6 rounds a 0 con dos perfects y 200 yenes a la basura ya era suficiente para darme cuenta… El otaku ése del demonio iba a acabar con mi orgullo, si es que aun me quedaba algo.
Me levanté con desprecio para ver al “mierda friki” que me había arruinado el día y mi standing de jugón de Pro de los juegos de lucha. Pensé, bueno al menos será el típico Hikkikomori con gafas, que sale de su casa solo para sentarse en esa silla. Y mi sorpresa (otra) fue que se trataba de un Salaryman (hombre de negocios) ataviado con un traje negro bien planchadito, corbata y… Un móvil en la mano derecha!! El cabrón estuvo jugando con el móvil en la mano del joystick!!!!!!!!! Me levanté y me dirigí sin dudarlo hacia él, intentando sacar pecho (no sacándome un pecho, aunque hubiese estado genial ^^). Me miró así, como con los ojos rasgados, como sospechando ^^. No en serio, me miró como pensando, qué hace éste tío¿? Y si, le di…
Le di la mano y hui de ese antro infestado de falsas esperanzas. Mis amigas me preguntaron: - Pero no quieres ver las otras 5 plantas restantes? - Creo que mi cara de desprecio fue suficiente para que entendieran que lo único que quería era ir a ahogar las penas con… un té de maccha, al menos hasta el día siguiente…